El camino de la vida

A veces la vida nos sorprende. Sus giros inesperados pueden hacernos perder el equilibrio, pero también pueden estabilizarnos. Lo que marca esa diferencia no son las cosas que pasan a cada persona, sino la persona en sí, lo que hace con los obstáculos que el azar el pone por delante.
Porque puedes dejarte vencer por un problema, intentar solucionarlo o aprovecharlo para salir ganando. Eres tú el que decide, no tu fortuna.

La vida puede asemejarse a un viaje. Un viaje lleno de obstáculos que superar y cruces de caminos que supondrán decisiones difíciles. Pero a fin de cuentas, tú eres el único capaz de cambiar el rumbo.
A fin de cuentas, tú eres el dueño de tu destino.